Turmalina

El tratamiento de turmalina en tejidos de colchón es una tecnología innovadora que busca aprovechar las propiedades únicas de la turmalina, una gema mineral de colores variados que se encuentra en todo el mundo. 

La turmalina tiene propiedades Energéticas, ya que es conocida por sus propiedades piezoeléctricas y piroeléctricas. Estas propiedades permiten que la turmalina genere una carga eléctrica cuando se somete a presión o cambios de temperatura. En el contexto de los colchones, el tratamiento de turmalina se utiliza para aprovechar estas propiedades en beneficio de la calidad del sueño.

Cuando el cuerpo humano entra en contacto con un tejido de colchón tratado con turmalina, la presión y el calor del cuerpo pueden activar las propiedades piezoeléctricas y piroeléctricas de la turmalina. Esto puede resultar en la generación de iones negativos y en la emisión de infrarrojos lejanos (FIR, por sus siglas en inglés).

Los iones negativos se asocian comúnmente con efectos positivos en el bienestar y el estado de ánimo, y se cree que pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño. Los infrarrojos lejanos, por otro lado, se han relacionado con la mejora de la circulación sanguínea y la relajación muscular, lo que también puede ser beneficioso para un sueño más reparador.

 

¿Sabías qué? 

La turmalina fue descubierta en la década de 1500 por los comerciantes europeos en Sri Lanka. El nombre «turmalina» proviene del cingalés «turamali», que significa «piedra que atrae cenizas» debido a la capacidad de la turmalina de adquirir una carga eléctrica al calentarse.

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la turmalina ganó popularidad en la joyería. Durante este período, se apreciaba la amplia gama de colores que puede exhibir la turmalina, desde rosados y rojos hasta verdes y azules.

Iones negativos

Antiestrés

Mayor oxigenación

Estimula nuevas células