Ignífugo

Los textiles no adecuados pueden contribuir a que el fuego se propague dentro de una vivienda, por eso es necesario contar con tejidos que actúen contra el fuego y que sean retardantes de la llama. 

La fibra de ignífugo tiene una alta resistencia a los factores externos lo que hace que sus propiedades se mantengan en el tiempo. Está perfectamente adaptado al sector de la protección frente al calor y al fuego. Además, un tejido compuesto por hilo ignífugo cumple normativas como UNE 597/1-597/2, CRIB 5 o IMO entre otras.

La diferencia entre las fibras a las que se les ha dado un tratamiento adicional de ignifugado  frente a la fibra ignífuga es que estas pueden perder la protección con el tiempo, el uso y  los lavados. Sin embargo, las fibras son ignífugas permanentemente, debido a la estructura química del poliéster que no le afectan las influencias externas. Este factor repercute directamente en el punto de vista ecológico. Y es que, además de que los materiales de fabricación son respetuosos con el medioambiente, no necesitan ningún tratamiento adicional, como otros materiales combustibles que son perjudiciales para el medioambiente.

 

¿Sabías que?

La normativa de ignifugo más demandada en el sector textil es la UNE-EN 597/1 y 597/2, la cual sustituye a la antigua M1 puesto que se trataba de una normativa de ignifugo genérica utilizada en la construcción, pero que con el tiempo ha quedado obsoleta para crear normativas de ignifugo para cada sector, entre ellos, el del sector textil. 

 

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